viernes, 3 de octubre de 2008

Como abejas

Hay un pueblo talvez gigante, que como abejas trabaja.
Su gente es de esas que acompaña el pan con una sonrisa y visten de verde.
Verdes los campos, verdes la risa y el viento verde
como para sacudirse alacranes y musarañas, como canoa firme sobre la corriente.
En un abrazo ese pueblo te funde y aparece el amor para saciar la sed de compañía y llega la vida para saciar la sed de incertidumbres.
En un abrazo y como abejas laboriosas cruzan más allá del espacio la frontera de lo posible y conquistan con su sudor el Universo.
Rodeados de mar por todas partes.
De vientos a veces tempestuosos rodeados, de fieros enemigos; como hormigas laboriosas: Cuba serena y firme.
De verde olivo sus montes, de verde olivo sus palmas. Reconstruyéndose, cristalina y digna.